lunes, 2 de mayo de 2011

Disconnect.

Parece que mi mundo oscila armónicamente. Bajadas y subidas constantes en todos los ámbitos. Desde luego, hace ya tiempo que deseché la supuesta teoría de la montaña rusa porque lo mío parece ser algo más físico y predecible: un movimiento armónico simple. Y bueno, ahora empiezo a cuestionarme eso de “armónico” porque, la verdad, no inspira ni trae nada de armonía a mi vida; y eso de “simple” porque, cada día, me parece más complicado lo que me pasa.

Obviamente, esta forma de estar y, en definitiva, de vivir, no me gusta nada. Sinceramente, es un mal estar que mata. Definitivamente, mi vida parece desbordarse porque mis lágrimas no dan más de sí, sólo corren. Y es que tengo que reírme porque todo es demasiado cómico. Ayer tenía una vida perfecta y hoy…, hoy mejor no saber qué tengo. No siento más que miedo ante la tortura que me toca vivir. Poco a poco, voy sabiendo cuándo viene lo malo, pero cuando viene sin aviso…, entonces, no me queda más que llorar a ciegas del mundo.

Y hoy me tocó desconectar de todo. De mí, de ti, de mi vida, de la tuya, del mundo, de nuestro mundo y del de ellos. Sé que suena bastante cobarde pero ya no puedo más. Creo que necesito un poco de aquella marea que sube, quizás un poco de su aroma o, incluso, un poco de su arena. No sé, quizás sólo necesite perderme unos días y dejar de existir ante todo. Dejar de respirar hasta que este infierno de frío mármol deje de calarme por dentro. En definitiva, y según he consultado por ahí, hoy lo mejor es desaparecer. Después de todo, mañana será otro día.

~ Anabel Vaz. ~

No hay comentarios:

Publicar un comentario