martes, 29 de mayo de 2012

Por él.


Estar sola un tiempo nunca viene mal. Tienes tiempo para todo, desde agobiarte por cosas que tienes que hacer hasta gastar el tiempo soñando. Puedes reír y llorar sin que nadie te recrimine, puedes gritar y estar en silencio sin que eso signifique estar enfadada, puedes pensar y oír el silencio, tocar el aire y cambiar las cosas de sitio, puedes oír la misma canción a todo volumen las veces que quieras sin que nadie te diga nada…

Puedes averiguar a quién echas de menos realmente y quién te echas de menos a ti. Comienzas a saber de qué y de quién dependes, si sabes o no vivir sola, hasta si sirves o no para ello. Comienzas a ver en la oscuridad y a moverte con los ojos vendados y aprendes a andar a rastras y a moverte con destreza.

Tienes tiempo para pensar y recordar, para soñar y hacer planes, para estar en tu mundo las 24 horas del día, para echarle de menos y escribir… Escribir cosas incoherentes, sin contenido y con fondo. Cosas de esas que rebosan el vaso de mi vida, de esas con las que mancho el mundo y trato de contagiar a la gente. Hay tiempo para todo, para aprender y para que te enseñen y os aseguro que el tiempo, más que nada ni nadie, te enseña de todo.

~ Anabel Vaz. ~