martes, 28 de febrero de 2012

Otras drogas.

Querer y amar. El olor a café por las mañanas. Su aliento en la espalda y el ritmo de su respiración al compás de mis latidos. Sonrisas, bostezos y un poco de música relajante. Olor a rosas mezclado con zumo de naranja. Abrir los ojos y que los rayos de luz me deslumbren. Querer y poder. Amar y no querer. Soñar y despertar. Soñar despierta.
Sigo pidiendo poco. Un poco de amor con vida; un amor de esos que despierten las ganas de vivir. Quiero perderme en el sin fin de poros que alimentan su piel y respirar a través de ellos. Quiero tomar el sol de sus manos y caminar durante horas o, mejor, siempre. Quiero dejar de correr sola por un momento y seguir el camino acompañada por su voz… Que acaricie mi espalda y despeine mi nuca, que me moleste mientras duermo y me bese, que me desnude entre sus sábanas. Quiero que siga conmigo en la playa mientras me baño, que me siga el juego cuando canto y grito, que nade a mi vera y que acorrale mis miedos… Que se tumbe a mi lado mientras dibujo el atardecer y que nos caiga la lluvia de estrellas encima cada noche. Quiero que le guste la oscuridad y la luna, que me haga bañarme en la playa a oscuras y que me susurre al oído cada sensación que le produzca…
Quiero mil cosas y tengo un cero a la izquierda sumándolo todo. Sin embargo, me basta con seguir bebiendo; me basta con acabarme la botella de ron sola y saber que voy a dormir del tirón durante horas y que, aunque duerma sola, soñaré con él. Soñaré con sus ojos negros y su piel pálida, su sonrisa aguda y sus labios gruesos…, con sus caricias y su voz. Susurraré su nombre entre mis sábanas y abrazaré la almohada. Usaré su colonia como fragancia y llenaré el baño de vaho… Desayunaré sola y sin rosa, pero me calma saber que mañana le toca al vodka acompañarme durante el día.

~ Anabel Vaz. ~

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